Por Marcos Marte
La historia de José Juan de Dios Trujillo y Monagas es una narrativa que traspasa fronteras geográficas y políticas, tejida con momentos de servicio, polémica y transformación. Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, este emigrante español dejó su huella en varios lugares del mundo, desde Santo Domingo hasta Cuba, dejando un legado que se entrelaza con la historia política y social de los lugares donde vivió.
José Juan de Dios Trujillo y Monagas comenzó el viaje de su vida en Las Palmas de Gran Canaria, España. Su destino lo llevó a Santo Domingo durante un período crucial en la historia dominicana: la Anexión. Fue en este momento cuando se incorporó a las filas de las tropas españolas, desempeñando un papel destacado en la asistencia a los heridos en las acciones bélicas de 1863. Su valentía y entrega en medio del conflicto reflejaron su vocación de servicio a los demás, marcando la comienzo de su viaje a través del tiempo y los continentes.
La Anexión llegó a su fin y con ella la vida de José Juan de Dios Trujillo y Monagas en Santo Domingo. Se mudó a Cuba, un país con su propia historia política en desarrollo. Su relación con Silveria Valdés Morales, de Las Matas de Farfán, daría como resultado un vínculo que trascendería décadas y fronteras, impactando en la historia futura. Su hijo, José Juan de Dios Trujillo Valdés, nacido en la época de la restauración, estaría destinado a ser reconocido como hijo del dictador Rafael Trujillo Molina.
En Cuba, José Juan de Dios Trujillo y Monagas encontró un nuevo camino en la policía habanera. En 1866, se unió a la fuerza policial y, a lo largo de los años, ascendió de rango hasta convertirse en el segundo al mando en 1881. Su carrera policial se combinó con sus actividades académicas, que culminaron con su título de abogado en 1886. Su dedicación y actividad publicada en la policía campo lo catapultó a la fama, convirtiéndolo en un personaje célebre en su época.
Sin embargo, la fama no estuvo exenta de críticas y controversias. A pesar de su éxito en la policía y su trabajo en la promoción pública, su trabajo también enfrentó preguntas y desafíos. Su influencia y su participación en la política dejaron una huella que no podía pasar desapercibida.
La historia de José Juan de Dios Trujillo y Monagas es testimonio de un viaje vital que atraviesa continentes y épocas. Desde su papel en la Anexión en Santo Domingo hasta su ascenso en la policía de La Habana en Cuba, su vida está marcada por el servicio, la dedicación y el compromiso con la política. Aunque su legado puede estar sujeto a debate y crítica, su presencia en la historia es innegable, ya que su influencia se extiende a través del tiempo y el espacio, conectando personas y eventos de maneras que siguen resonando en la historia política y social de los lugares que tocó.