Por. Marcos Marte
Gregorio Luperón (1839-1897) es una figura
icónica en la historia de la República Dominicana. Nació el 8 de septiembre
1839. Este patriota, político, general y libertador desempeñó un papel
fundamental durante el período de la Restauración, contribuyendo de manera
decisiva a la expulsión de España y dejando un legado perdurable en la historia
de su país.
Nacido en una familia humilde, Luperón encontró
su destino en circunstancias poco comunes. Desde joven, trabajó como empleado
de un rico exportador de madera haitiano llamado Dubocq. En la biblioteca de
Dubocq, Gregorio adquirió conocimientos fundamentales de filosofía, política y
cultura, marcando así el inicio de su educación informal.
Su compromiso con la causa de la Restauración
dominicana lo llevó a unirse a las fuerzas restauradoras en 1863, y en muy poco
tiempo, ganó experiencia en asuntos militares, ascendiendo rápidamente al rango
de general. Fue uno de los fundadores del Partido Azul, un destacado grupo
político de la época.
Sin embargo, lo que realmente destacó a Luperón
fue su elocuencia y valentía. Se convirtió en un líder popular y, en medio de
las luchas caudillistas que surgieron después del restablecimiento de la
República, demostró su falta de ambición de poder y su dedicación a la
estabilidad del país. En 1866, formó parte del Triunvirato y, más tarde,
presidió el gobierno de transición en 1879-1880.
A pesar de su destacado papel en la política
dominicana, Luperón se distanció de su antiguo compañero de armas y partido,
Lilís, debido a diferencias ideológicas y políticas. Esto lo llevó al exilio en
el extranjero, desde donde intentó combatir a Lilís sin éxito.
La vida de Luperón estuvo marcada por la
adversidad y la lucha constante. Enfermo en la isla de Saint Thomas, fue
buscado por el mismo Ulises Heureaux, su adversario político, pero no pudo
evitar su destino final. Murió el 20 de mayo de 1897 en su pueblo natal, Puerto
Plata.
Hoy en día, los restos de Gregorio Luperón
descansan en el Panteón Nacional, un lugar de honor reservado para los héroes
de la República Dominicana. Su legado perdura como un recordatorio de su
valentía, su compromiso con la independencia y su contribución significativa a
la historia de su país. Gregorio Luperón sigue siendo una figura venerada y
respetada en la República Dominicana y más allá. Su vida es un testimonio de la
lucha por la libertad y la justicia.