miércoles, 10 de abril de 2024

Salomé Camila Henríquez Ureña (1894-1973): Un Legado Intelectual Perdurarte Por. Marcos Marte

 


Salomé Camila Henríquez Ureña (1894-1973): Un Legado Intelectual Perdurarte

Por. Marcos Marte

Salomé Camila Henríquez Ureña, una figura emblemática en el panorama intelectual del siglo XX en Latinoamérica y el Caribe, dejó un legado que trasciende fronteras y generaciones. Nacida en Santo Domingo en 1894, esta destacada escritora, educadora y humanista dominicana, nacionalizada cubana, marcó un hito en la historia cultural de la región.

Hija de los reconocidos intelectuales Francisco Henríquez y Carvajal y Salomé Ureña de Henríquez, desde temprana edad, Salomé Camila demostró un talento excepcional. A los nueve años, se trasladó con su familia a Cuba, donde iniciaría una trayectoria académica y profesional que la llevaría a destacarse a nivel internacional.

Henríquez Ureña obtuvo su doctorado en Filosofía, Letras y Educación en la prestigiosa Universidad de La Habana en 1917. No contenta con ello, continuó sus estudios en las universidades de Minnesota y Columbia en Estados Unidos, consolidando así una formación integral que influiría profundamente en su obra y pensamiento.

Su carrera académica y su compromiso con la educación la llevaron a ocupar diversos roles de relevancia. Desde su labor como editora del Fondo de Cultura Económica de México entre 1946 y 1947, hasta su papel como asesora técnica del Ministerio de Educación de Cuba entre 1960 y 1962, Henríquez Ureña dejó una marca indeleble en la promoción de la cultura y el conocimiento.

Como catedrática en el departamento de Lenguas y Literaturas Hispánicas de la Universidad de La Habana y en Vassar College en Estados Unidos, compartió su profundo conocimiento y pasión por las letras, influenciando a varias generaciones de estudiantes y académicos.

Pero su legado va más allá de sus contribuciones académicas. Henríquez Ureña se destacó como una crítica literaria aguda y una conferencista elocuente, abogando siempre por la integración de la mujer en el ámbito intelectual. En Cuba, presidió la Sociedad Femenina y fue fundadora de la Institución Hispano Cubana de Cultura, demostrando su compromiso con la igualdad de género y el acceso universal a la educación y la cultura.

La Universidad de Santo Domingo reconoció su vasta contribución otorgándole el título de Profesora Honoraria, un testimonio del respeto y la admiración que inspiraba en su país natal.

El 12 de septiembre de 1973, Salomé Camila Henríquez Ureña dejó este mundo, pero su legado perdura en las mentes y corazones de aquellos que valoran el conocimiento, la educación y la búsqueda incansable de la verdad. Su vida y obra continúan siendo una fuente de inspiración para las generaciones venideras, recordándonos el poder transformador del pensamiento y la cultura en la construcción de un mundo más justo y equitativo.